En este sentido, el signo de la ceniza es un recordatorio que advierte de la vanidad efímera de lo humano, de la fragilidad del hombre creado del polvo de la tierra y destinado a volver a él. e actitud a la luz de la palabra y el ejemplo de Jesucristo.

Desde el S. IV, la Cuaresma se constituye y vive como tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno, la limosna y la abstinencia.

En este sentido, el signo de la ceniza es un recordatorio que advierte de la vanidad efímera de lo humano, de la fragilidad del hombre creado del polvo de la tierra y destinado a volver a él. La Iglesia comienza con la ceniza cuaresmal lo que culminará con el fuego de Pentecostés, una paradójica secuencia invertida, desde lo inerte consumido a la viva lengua ardiente, las llamaradas del Espíritu enviado por Cristo, que enciende la caridad y el fervor en las almas.

En este año Jubilar de la Misericordia, la Cuaresma se convierte en un tiempo privilegiado para encontrarnos con el sacramento de la reconciliación, para ser perdonados y para perdonar; para convertirnos en agentes de la infinita misericordia de Dios. "Misericordia quiero y no sacrificio" (Mt. 9,13), es el lema con el que SS El Papa Francisco inicia su mensaje de Cuaresma para este año en e que nos invita a practicar las obras de misericordia en el camino jubilar.

http://www.espiritusantozamora.org/actualidad/noticias/163-el-ano-liturgico-la-cuaresma
 




Fotos: Miniatura correspondiente al Miércoles de Ceniza. Atribuido a Cristoforo Orimina, Nápoles, h. 1370. Biblioteca Municipal de Avignon, Avignon (Francia). BM - ms. 0138. f. 040 v. Procedente de la Iglesia Colegial de Saint-Didier de Avignon. Imagen del Institut de recherche et d'histoire des textes - CNRS / Imposición de la ceniza, Pablo Minguet, 1749. En Pablo Minguet, "Diario sagrado, y kalendario general" (...). Madrid, Juan de Zuñiga, 1749. Biblioteca Nacional de España, Madrid.