Por segundo año consecutivo la Hermandad, junto con la Asociación de Antiguas Alumnas del Colegio Medalla Milagrosa y la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias promueven una acción de recogida de velas usadas destinadas a la Misión que las Hijas de la Caridad mantienen en Tanjombato, un arrabal de Antananarivo, capital de Madagascar.

 

La colaboración con la asociación comenzó en 2013 con la entrega de algunos restos de velas de hermanos y de los diferentes cultos celebrados ese año. El año pasado decidimos dar un paso más e iniciar una recogida "in situ" al finalizar nuestra procesión, y en varios puntos de recogida durante la Pascua, pudiendo envíar más de media tonelada de velas.

 

Este año hemos querido ir más allá y aunar esfuerzos con todas las cofradías que aún mantienen velas de cera en sus procesiones (algunas de las cuales colaboraban con el proyecto desde hace años con las velas que no eran recogidas por los hermanos). Para ello vamos a trabajar, al igual que en el pasado año, en dos fases, al finalizar cada una de las procesiones y durante la Pascua.

 

Para la primera fase contamos con la colaboración del Ayuntamiento de Zamora y Zamora Limpia que dispondrá un contenedor metálico convenientemente señalizado (las diferentes cofradías comunicará a los hermanos su ubicación), para la recogida de las velas.

 

Durante toda la Pascua (hasta el 24 de mayo), también se podrán entregar velas en diferentes puntos de recogida: Museo de Semana Santa (horario del museo), sede de la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias (C/ Quebrantahuesos 6, martes por la tarde), Óptica Germán (C/ San Torcuato 17) e Industrias Sanitarias Zamora "Hijo de Atilano" (C/ La Vega, 5), en horario comercial.

 

Desde la misión, las Hijas de la Caridad a través de su enlace en El Puerto de Santa María, se encargarán de hacer llegar las velas a numerosas aldeas cercanas a la Misión San Vicente de Paul, que carecen de electricidad y por tanto de luz. Que la luz con la que acompañamos a nuestras sagradas imágenes, pueda iluminar el día a día de personas, para las que la luz es una necesidad vital, nos parece una forma muy hermosa de compartir la alegría por la llegada de la Pascua.