Imposición de la ceniza
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- Publicado: 18 Febrero 2015
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"Polvo eres y en polvo te convertirás" Gén 3,19.
La Cuaresma es un tiempo de conversión de cuarenta días que marca la iglesia para que los cristianos se preparen para la Pascua de Resurrección. Su nombre proviene de la palabra latina "quadragesima", (por comenzar el cuadragésimo día antes del Triduo Pascual). Actualmente la Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza el primer día del Triduo Pascual, el Jueves Santo.
La ceniza, que se nos impone al principio de la Cuaresma, nos recuerda que comienza un periodo del tránsito, un camino de preparación para la Pascua, y que la vida terrenal tan solo constituye una preparación para la vida eterna. La ceniza es símbolo de lo caduco, de muerte, caducidad, de humildad y penitencia. La imposición de la ceniza en nuestras frentes, es una respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
La ceniza, que se nos impone al principio de la Cuaresma, nos recuerda que comienza un periodo del tránsito, un camino de preparación para la Pascua, y que la vida terrenal tan solo constituye una preparación para la vida eterna. La ceniza es símbolo de lo caduco, de muerte, caducidad, de humildad y penitencia. La imposición de la ceniza en nuestras frentes, es una respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Durante siglos la imposición de la ceniza se realizaba al principio de la celebración litúrgica o independientemente de ella. En la última reforma litúrgica se reorganizó el rito de la imposición de la ceniza con el objetivo de que sea un símbolo más expresivo y pedagógico para los fieles, pasándose a realizar después de las lecturas bíblicas y de la homilía, las cuales nos ayudan a entender el profundo significado de lo que estamos viviendo.
Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos expresiones, alternativamente: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Cf Mc1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Cf Gén 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien nuestra caducidad, nuestra conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de vida que Cristo cada año quiere comunicarnos en la Pascua.
La ceniza utilizada para el rito de hoy, procede de la quema de las palmas y ramos utilizados para conmemorar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. La mayoría de las parroquias de nuestra ciudad utilizan la obtenida por la quema de palmas que realiza, en la Solemnidad de Cristo Rey, la Real Cofradía de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén.
Fotos: Archivo de la Hermandad y François Marius Granet, "La cérémonie des cendres dans une église de Rome", 1844. Museo del Louvre, París, Francia