A lo largo del pasado triduo en honor del Smo. Cristo del Espíritu Santo hemos reflexionado sobre las tres virtudes teologales, la fe, la esperanza y la caridad. A lo largo de los tres días, los sacerdotes que han presidido las diferentes celebraciones del triduo, nos han hablado de cómo estas tres virtudes son claves en la vida cristiana y por tanto en la vida de los cofrades.

Celebramos el triduo a nuestro Cristo titular en el tiempo de cuaresma, un tiempo en el que se vive intensamente la fe, en el que nos preparamos para la Pascua con la esperanza de la redención y en el que debemos privarnos de todo lo innecesario, para poder ejercer la caridad con aquellos que carecen de lo necesario.

Nuestro capellán, D. José María Diego, afirmaba el primer día que la importancia de estas tres virtudes es que proceden directamente de Dios, por eso se llaman teologales, por que emanan del mismo Dios.

Nos invitó a vivir intensamente la Fe en nuestra vida diaria, con alegría, ya que la fe implica una relación plena de confianza en Dios. También nos exhortó a profundizar en el fondo y en el sentido de los ritos, ya que si solamente nos quedamos en la forma externa, poco a poco perderían su sentido original, y a que nuestra Hermandad sea una verdadera corporación de hermanos en la Fe, que viven esa fe con alegría y compromiso fraternal.

Nuestro hermano D. Florentino Pérez, nos habló en la segunda jornada, de la verdad redentora de la Cruz como gran esperanza de los cristianos, como guía y referente de los que queremos seguir a Cristo y de nuestra Hermandad.

Nos invitó a ver en la Cruz algo más que un mero instrumento de tortura, a captar el significado verdadero, de la Cruz, de la “Vera Cruz”, de la "verdadera" Cruz de Cristo, cuyo sentido estriba no en si misma, si no en quien murió en ella por nosotros.

Nos dijo que ser Hermanos de esta esta cofradía o Hermandad Penitencial del Smo. Cristo del Espíritu Santo nos exige estar convencidos de esta verdad, y no solo con la mente, sino con la vida. Nos exige a luchar contra las injusticias de nuestro entorno, a estar atento a las necesidades de quienes nos rodean, a tratarnos desde el respeto y el afecto propio de los hermanos, que han de ser cualidades propias de quienes tenemos la luz de Cristo por bandera".

El tercer día, D. Florencio Gago se refirió a la caridad, tantas veces mal interpretada, desfigurada y deformada, como sinónimo de amor, como concepto contrario al egoísmo, como esencia de Dios: Dios es caridad, Dios es amor. Recordó las palabras de San Agustín “Ama y haz lo que quieras” y esto es lo que Dios espera de nosotros, miembros de la Hermandad Penitencial del Smo. Cristo del Espíritu Santo.

Las jornadas del triduo han constituido, sin duda, un espacio para la oración y la reflexión. Ahora nos toca ponerlo todo en práctica, vivir intensamente la cuaresma y la Semana Santa con fe, esperanza en la redención y la resurrección, y volviendo la mirada a aquellos que necesitan nuestra ayuda.

 

 

Foto: Carro con las virtudes teologales, grabado de Marten de Vos (Amberes c. 1532- Amberes, 1603). Biblioteca Nacional de España.