El incensario procesional, que por su tipología responde más a las características de un pebetero o sahumerio, es otro de los elementos singulares de la procesión. Al igual que sucediera con el campanil, contar con un incensario monumental para la procesión del Viernes de Dolores era otra de las aspiraciones de la hermandad desde su fundación.

El pebetero es utilizado para quemar incienso al paso del Santísimo Cristo por las calles como símbolo de oblación y veneración a la divinidad y realeza de Jesús. El acto de incensar responde a una tradición ritual que se registra ya entre los asirios, babilonios, egipcios, judíos, griegos y romanos y que fue asumida por el cristianismo desde los primeros tiempos.

Será en el año 1979 cuando la hermandad encargará a Miguel Fernández Calles que diseñe y realice el incensario procesional que vendría a sustituirlos incensarios de mano –cedidos por varias parroquias de la ciudad-, que se utilizaban hasta entonces para la procesión.

Incensario Hdad. Espíritu Santo

La Semana Santa de Zamora ya contaba con un precedente de incensario procesional en la procesión que la Cofradía del Silencio realizaba cada Miércoles Santo. Es posible que esta circunstancia influyera en la transformación del proyecto inicial de realizar varios incensarios pequeños por parte del mismo artesano y que había sido aprobada en el Cabildo Menor de 1978.

El incensario, realizado en hierro forjado, se estructura a partir de una serie de nervios que confluyen en una clave central, que sirve de soporte al brasero o pebetero propiamente dicho. El brasero se remata con cuatro hacheros con velones. Con motivo de reforzar su estructura original se le realizarán varias reformas adquiriendo su forma definitiva en 1990.

Durante la procesión del Viernes de Dolores el incensario es portado por cuatro hermanos.

Incensario Hdad. Penitencial Espíritu Santo