Tenebrario Cristo del Espíritu SantoEl estilo monástico-medieval elegido para la hermandad y el carácter penitencial y austero que inspiró su fundación, ha condicionado la estética de todos y cada uno de los elementos procesionales que se han diseñando a lo largo de su historia para la procesión del Viernes de Dolores.

Estos elementos procesionales y litúrgicos pueden enmarcarse en un estilo artístico ambiguo, ecléctico, historicista, con reminiscencias “medievalizantes” de inspiración románica y gótica. Sin duda nos remiten a una concepción un tanto idealizada del medievo, pero constituyen un estilo tremendamente efectista y muy cercano a una corriente estética amante de las formas rústicas, muy en boga en los años de la fundación de la cofradía.

De nuevo la hermandad recogía ideas y sedimentos estéticos de aquellas cofradías que le precedieron, fundamentalmente de las que se fundan a partir de 1950, así como lo mejor de nuestra tradición artesanal en los campos de la forja y la talla en madera.

El primer elemento que se incorporó a la procesión fueron las andas sobre las que se procesiona al Santo Cristo. El conjunto de las mismas, fue diseñado por Antonio Pedrero Yéboles y realizado en madera por Manuel Franco Fernández. Sobrias en decoración, apenas presentan una cenefa vegetal rematada en crestería lobulada y los símbolos de los evangelistas (Tetramorfos), tallados por Miguel Pérez y Arturo Álvarez.

Quizás el elemento más sobresaliente del conjunto lo constituyan los tenebrarios destinados a la iluminación de la imagen. Están inspirados en los tenebrarios del oficio de tinieblas -con siete velas en lugar de las quince canónicas-. Fueron realizados en hierro forjado por Miguel Fernández Calles y constituyen la primera de las obras que este autor deja en la hermandad.

El cristo se asentaba sobre un calvario de alcornoque que fue sustituido recientemente por otro de madera inspirado en el paisaje del Gólgota, tallado por el escultor zamorano Ricardo Flecha Barrio. Las faldillas que cubren los laterales de las andas, están formadas por un paño de estameña blanca, con el emblema de la cofradía, rodeado de una greca de carácter vegetal en la que aparecen los clavos, como atributo de la pasión de Nuestro Señor.

El pendón de la hermandad, símbolo representativo de la misma, fue incorporado a la nómina de enseres procesionales desde el año de su fundación. Está formado por un lienzo de estameña blanca -en cuyo centro aparece el emblema de la hermandad-, sujeto a un asta de madera rematada en cruz. Portado por un hermano en posición inclinada hacia delante, abre la procesión del Viernes de Dolores detrás de la Cruz Guía.

En 1977 se realizan las varas para la presidencia, que de nuevo por reminiscencias monacales -y quizás en recuerdo del carácter abacial de la Iglesia del Espíritu Santo-, adoptaron forma de báculos pastorales. Son de factura muy simple y están realizados en madera.

En 1979 se incorpora el “campanil procesional” y en 1979 el incensario, ambos obra del maestro de forja Miguel Fernández Calles.

En 1989 se realizan unas nuevas varas para ser portadas por los mayordomos inspirados en los antiguos bastones de mando. Son obra de Ricardo Flecha Barrio, están realizados en madera y hierro, y se rematan por un pomo circular.

El mismo autor realiza también un gran báculo para la presidencia de la procesión del Viernes de Dolores, de inspiración gótica, realizado en madera, hierro y cuero, en cuya voluta aparece una paloma como representación simbólica del Espíritu Santo.

En 1999, se  realizaron tres nuevas varas para la presidencia. Dos de ellas son cruces simples, ligeramente patadas en sus brazos, con la representación del Crismón o monograma de Cristo (letras X P), completado con las letras Alfa y Omega (α ) que simbolizan que Dios es principio y fin de todas las cosas.

La tercera es una cruz de doble travesaño -llamada también patriarcal, de Anjou o de Lorena-. El travesaño superior -de menor tamaño-, es llamado el “titulus crucis”, y remite a la inscripción que Poncio Pilatos hizo poner sobre la cruz de Cristo: Jesús de Nazareth, Rey de los judíos, INRI y que la cruz del Santísimo Cristo del Espíritu Santo no incluye. En los extremos de la cruz aparecen tallados los símbolos del Tetramorfos (representación iconográfica de loa cuatro evangelistas), inspirados en los frescos del presbiterio de la iglesia, y una paloma símbolo del Espíritu Santo. Constituye una reminiscencia a la Santa Cruz de Caravaca (Murcia), una de las reliquias más importantes del Lignum Crucis, la verdadera Cruz de Cristo, (la "Vera Cruz") y que ha gozado de una gran y extendida devoción a lo largo de la historia de la religiosidad popular.

Las tres cruces son obra del tallista zamorano, José Antonio Pérez.

En este mismo año -y siguiento un antiguo acuerdo de asamblea general no llevado a cabo-, se confeccionó un libro registro de pergamino que llevara cuenta de los difuntos de nuestra hermandad, ya que la placa que se había realizado durante los primeros años se había quedado pequeña. Inicialmente se decidió no sacarlo en la procesión del Viernes de Dolores (a pesar de que aquel acuerdo decía que sí se haría), pero en este año 2013, se ha decidido cumplirlo en su totalidad y saldrá por primera vez en la procesión -escoltado por dos hermanos de luz y varios mayordomos-, cerca de nuestro Santísimo Cristo, como símbolo de que el Señor es Luz y Vida y de quen uestros hermanos difuntos vivirán junto a él eternamente.