Iglesia del Espíritu Santo (Zamora)La iglesia románica del Espíritu Santo se alza, extramuros, al noroeste de la ciudad, en el arrabal del Espíritu Santo, hoy adscrito barrio de San Isidro, Espíritu Santo y Obelisco. Fue parroquia hasta 1895, momento en el que desaparece su circunscripción y pasa a ser aneja de la parroquia de San Lázaro. En 1987 se restaura su condición parroquial pasando a depender de ella, la ermita del Cristo de Valderrey.


Tal y como reseña la iglesia de Sancti Spiritus y el hospital anejo se fundan en la primera década del s. XIII, promovidos por Juan, Maestro y Deán de la Catedral de Zamora. Sabemos que la iglesia fue consagrada el 12 de junio de 1211 (probablemente pascua de Pentecostés) por el obispo Don Martín, ya que se conserva el acta de consagración. Su fundación se inscribe dentro del modesto proceso repoblador de los arrabales del noroeste de la ciudad en el s. XII que siempre han mantenido un carácter más rural que urbano.


Fue iglesia abacial ligada al obispo y al cabildo de la Catedral, contando por este motivo con clerecía propia: un pequeño número de canónigos dirigidos por un abad o rector (José Andrés Casquero 2000 y 2011).


La iglesia de reducidas dimensiones, es la prototípica del románico rural. Consta de una sola nave y está rematada por cabecera plana. La portada de acceso, de medio punto, se abre en el muro sur, mientras que al norte, se abre un pequeño vano apuntado. Ambas parecen haber tenido pórtico a juzgar por los mechinales conservados.


Rosetón Iglesia Espíritu Santo (Zamora)Su austeridad arquitectónica emparenta con su austeridad decorativa, destacando el rosetón que se abre en el testero y las ménsulas que rematan la cubierta. La capilla se cubre con bóveda de cañón apuntado y la nave con una armadura de madera que desde mediados del s. XX, sustituye a la anterior, del s. XV y factura morisca, perdida en 1942. En su interior destaca una imposta de “tipo zamorano” que recorre todo el interior y la estatua yacente del nicho del abad Franco de Rivera (1350). De época barroca se conserva un gran lienzo que representa la venida del Espíritu Santo en la Pascua de Pentecostés.


En 1512 el Papa Julio II erige una dignidad en la Catedral con el título de Abad de Sancti Spiritus que contará con la oposición del Cabildo y se prolongará hasta 1851, momento en el que quedará suprimida por el Concordato suscrito ese año.


Además de la armadura morisca, la iglesia perdió un claustro que aún se conservaba en 1803. La iglesia fue reformada en 1963, momento en el que se “desnudan” sus muros, y se retiran el púlpito, la tribuna y los retablos. En el transcurso de estas obras aparece emparedada la imagen del Cristo que posteriormente se llamará del Espíritu Santo. En la nueva decoración colaboran los artistas zamoranos Luis Quico, que realiza las vidrieras, Higinio Vázquez, que hace el sagrario, una imagen de la virgen y unos candelabros, y Tomás Crespo que hizo unos apliques y la lámpara central (hoy retirados).


En 1975 la iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC).


A lo largo de los años 2010 y 2011 la iglesia es intervenida de forma integral dentro del programa Zamora Románica.


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Datos extractados de:


José Andrés Casquero Fernández: “La iglesia del Espíritu Santo”; en: 25 años de hermandad, Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo, Zamora, 2000, pp. 35-51. y José Andrés Casquero Fernández: “Arquitectura de la fe: ocho siglos de la iglesia del Espíritu Santo”; en: Boletín Informativo de Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo, Zamora, 2011José Andrés Casquero Fernández: “La iglesia del Espíritu Santo”; en: 25 años de hermandad, Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo, Zamora, 2000, pp. 35-51. y José Andrés Casquero Fernández: “Arquitectura de la fe: ocho siglos de la iglesia del Espíritu Santo”; en: Boletín Informativo de Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo, Zamora, 2011